¿Cómo se mide la calidad de un imán?

La calidad de un imán se representa con la fuerza. Hay varios factores que establecen la calidad de un material magnético que posteriormente esto alterará la capacidad de la intensidad del campo magnético. Los factores que tendremos que tener en cuenta son: el tamaño, la forma, el grado y el lugar.

Hoy en día se puede medir la calidad de los campos magnéticos de un imán debido a procesos de medición magnética. A continuación, explicaremos varios métodos de medición: 

• La resonancia magnética nuclear puede medir el campo magnético con una precisión absoluta de 0.1ppm, para medir el campo debe de ser estable y homogéneo. En el caso de que se quiera medir campos no homogéneos se pueden emplear pequeñas bobinas de gradiente.   

• El gaussímetro es un instrumento que se encarga de comprobar la densidad de flujo, por lo que es el medidor del campo magnético.

• El magnetómetro es un instrumento que se encarga de determinar la fuerza que se encuentra en el campo magnético.

• Las bobinas de captación son las más empleadas para calificar la calidad del campo magnético.

• La sonda Hall son sensores destinados a la medición de campos magnéticos grandes.

La calidad de un imán está formada por dos partes: la letra y el número.

En cuanto al número que aparece en calidad, hace referencia a la fuerza, en otras palabras, contra más alto sea el número, mayor es la fortaleza del imán.

La letra que encontramos en la calidad de un imán hace referencia a la temperatura máxima a la cual se puede someter para trabajar.

- M = 100ºC

- H = 120C

- SH = 150ºC

- UH = 180C

- EH = 200ºC

Además de las siglas anteriores, también podemos encontrar la N que hace referencia al Neodimio. Como podemos ver en el siguiente ejemplo el Ni hace referencia al recubrimiento.

Para determinar si el campo magnético de un imán es más fuerte o más débil, debemos observar la distancia de las líneas del campo. Por otro lado, la fuerza de magnetización de un imán no depende solo del material magnético, sino que también depende del tamaño del imán, mayoritariamente la intensidad del imán aumenta a medida que las dimensiones del imán son mayores. De la misma manera la calidad dependerá de los cuidados que le demos al imán en cuestión, es decir no someterlo a una temperatura elevada a la recomendada, ni guardarlo de una forma incorrecta.